Entrevista David Ortega: "Necesitaba desconectar y alejarme del cloro hasta que volviera a recuperar la ilusión"

"La referencia de la braza canaria de los últimos tiempos deja de forma drástica la competición", pudiera servir para ilustrar los momentos finales de Ángel David Ortega entre corcheras. Nadador de gran talento, que en mitad del camino de una trayectoria de éxito no llega a completar el ascenso de los últimos escalones de la gloria deportiva, forma parte del relato de una historia muchas veces escrita en nuestra natación. Detrás de cada nadador hay unas circunstancias particulares que explican un adiós o un hasta pronto y Ortega comparte sus impresiones y nuevos retos con nosotros, en una entrevista emotiva y personal que describe su grandeza como nadador y persona.

1. Abandonaste la competición de forma abrupta y para muchos de manera sorprendente, cuando tenías mucho potencial aún por explotar ¿Qué motivó tu retirada? 

No fue ningún motivo específico sino una suma de varios factores. Yo desde que empecé a destacar un poco tuve las cosas claras, quería enfocar mi vida a la natación para intentar llegar lo más lejos posible, costara lo que costara, aunque tuviera que prácticamente vivir en la piscina. Unos lo verán correcto y otros no, pero para mí esa era la única manera de llegar lejos y seguí ese camino. Cuando miro atrás es difícil ver dónde comenzó este “fin” de mi carrera, aunque yo diría que todo empezó en el Open de primavera de Sabadell la temporada pasada. Tras ese campeonato ya no quería volver a nadar el 200 braza, le había “cogido manía” a la que siempre había sido mi prueba. Tras dar un gran salto de calidad entre la temporada anterior y en la temporada de piscina corta en el 100 braza, me obsesioné en dejar de entrenar medio fondo y comenzar a entrenar la velocidad para enfocar el campeonato de verano a esa prueba. Estoy casi seguro que ahí comenzó. Fueron grandes cambios en los entrenamientos, tanto en el agua como en el gimnasio y aunque sabía que ese era el camino, el hacer tantos cambios, cambios que le pedí yo al entrenador, siempre tuve pequeñas dudas e inseguridades, algo que solo te destina al fracaso. 

La situación del club no era tampoco la más adecuada, había muchas dudas sobre el futuro del club en general, una sensación muy grande de dejadez, por ejemplo, era muy raro el día que fuéramos a entrenar y nuestros entrenadores Raúl y Rodolfo no tuvieran que arreglar o colocar corcheras. Son pequeñas boberías, que se van sumando y hacen que el deportista no se sienta valorado ni cuidado en su propia casa. Esta suma de inseguridades y desmotivación fue haciendo que los durísimos entrenamientos mañaneros en los que la mayoría de las veces entrenaba solo (hablando respecto a compañeros, porque siempre Raúl o Rodolfo estaban codo con codo conmigo) ya que en el grupo de la mañana la única bracista era Evelyn y tenía entrenamientos distintos ya que ella entrenaba medio fondo, se me fueran haciendo cada vez más y más pesados, fuera perdiendo cada día más la ilusión y que, el hecho de que el campeonato de España de verano fuera en casa, pasara de ser la mayor ilusión y motivación se fuera convirtiendo cada vez más en responsabilidad y presión al pensar que no iba a dar la talla delante de mi gente. 

Pasé de ser una persona que nunca enfermaba a estar siempre malo, ya no quería ir al gimnasio ni tirarme al agua a entrenar, solo quería liberarme de la enorme presión que yo mismo me impuse y descansar, necesitaba vacaciones. Entre dos y tres meses antes del campeonato la situación en casa tampoco era muy buena. Un familiar que vivía con nosotros estaba en un mal momento de enfermedad y aunque las cosas de casa se intenten dejar en casa, es imposible no llevarlas todo el día en la cabeza. Un mes antes del Campeonato de España, mientras me cambiaba para tirarme a entrenar por la mañana, recibí un mensaje avisándome de que esa persona, mi abuelo, había fallecido. Fue el momento más duro de mi vida y lo único que quería era estar en casa con mi familia, por lo que desconecté totalmente durante un tiempo de la piscina. Cuando volví a entrenar ya sentí que era el momento, en cuanto acabara el Campeonato de España y el de Portugal iba a tomarme un descanso en el que no pensaría si habría o no próxima temporada, necesitaba desconectar y alejarme del cloro hasta que volviera a recuperar la ilusión y las ganas, sentí que mi propia mente me había derrotado aun siendo una persona muy muy cabezona y con las cosas muy claras. 

2. Imaginamos que te habrás planteado volver en alguna ocasión a enfundarte el bañador, el gorro y las gafas y volver a competir. Si no vuelves a la competición absoluta, ¿Te planteas nadar en los Masters?

Muchísimas veces mientras duermo sueño que estoy en la cámara de salida preparándome para competir, consciente de que no estoy entrenando pero tengo que nadar. A veces es una gran sensación y otras, un tanto agobiante. También alguna que otra vez mientras estoy en el gimnasio o nado un poco por mi cuenta y estoy un tanto motivado lo pienso, un último 100 braza, un 50. Es algo totalmente normal, cuesta adaptar al cuerpo a no tener que entrenar y competir después de pasar 14 años de tu vida, prácticamente los 365 días del año metido en la piscina. A día de hoy no contemplo la opción de volver a enfundarme el bañador, me gustaría probar dentro de un tiempo con el waterpolo, siempre lo pensé y se lo comenté varias veces entre bromas a Rodolfo y a José Luis Ortega, entrenador de la escuela de waterpolo del Metropole, que cuando me retirara me gustaría probar con el balón, pero no es algo que veo a corto plazo. Respecto a los masters, supongo que como la gran mayoría de los que hemos vivido rodeados de cloro tarde o temprano terminaré volviendo a mi “hábitat”, pero es algo que a día de hoy no me planteo, ya el tiempo lo dirá.

3. Para un deportista, abandonar el medio de vida al que ha consagrado su juventud, es un proceso complicado y difícil de afrontar, ¿A que te estás dedicando ahora? ¿Qué planes de futuro tienes?

Al principio es muy “relajante”, sabes que no tienes que madrugar para meterte en el agua, se te van quitando los dolores de las típicas lesiones los hombros, sabes que no vas a pasar frío entrenando a las seis de la mañana, no tienes que madrugar el sábado, pero es solo al principio. Tarde o temprano tu cuerpo te lo pide, te pide que le des caña, echas de menos ver todos los días a tus compañeros, que son casi como tu familia, las alegrías, el sufrimiento, el luchar por un objetivo tanto individual como común, las experiencias de los viajes de campeonato, al fin y al cabo es comenzar una nueva vida y hay que saber gestionar bien ese tiempo libre que antes no tenías y ahora sí.

Ahora mismo me dedico a labrar mi futuro y a disfrutar de las pequeñas cosas que antes no podía. Estoy centrado en acabar la universidad y hace poco tiempo fundé una pequeña empresa, con la que espero seguir aportando a nuestra natación desde fuera. En breve abriré una pequeñita tienda de natación en las instalaciones del CN Ciudad Alta, así como varios proyectos que tengo tanto con la Federación Canaria como con clubes de natación adaptada de nuestras islas, para intentar motivar a los nadadores y que se den cuenta del valor que realmente tienen.

4. Siempre hemos pensado que nuestra natación tiene materia prima para ser de primera línea nacional. ¿Qué cambios necesita la natación canaria para mejorar a nivel de nadadores, entrenadores, clubes, federación, etc? ¿Qué ha motivado bajo tu punto de vista, la recesión que estamos viviendo en nuestro deporte en las islas?

Bajo mi punto de vista en nuestra natación en general no se está viviendo ninguna recesión, siguen saliendo grandísimos nadadores, siguen batiéndose récords y sobre todo la Federación dio un paso de gigante volviendo a crear las selecciones autonómicas, aportando así mucho valor, motivación y hermanamiento entre todos los deportistas, sea cual sea su disciplina, isla y categoría. Creo que esta imagen de recesión se tiene debido a la delicada situación por la que está pasando el CN Metropole tanto deportiva como institucionalmente. Es normal que si varios de los mejores nadadores de las islas, que pertenecen a dicho club se van a entrenar fuera y que si el único club que esta temporada representaba a las islas en la Copa de España de clubes pasa de tener sus equipos masculino y femenino en División de Honor y Primera División a no presentarse, en gran parte por la fuga de nadadores sufrida, dé dicha imagen de recesión, pero es “simplemente” un problema de un club, no de nuestra natación en general.

5. ¿Qué consejos darías a los jóvenes nadadores que en estos momentos puedan estar planteando la retirada o por el contrario el volver a los entrenamientos? 

Mi consejo es muy claro, disfruten de la natación. Es un deporte con el que no te harás millonario ni la gente te parará por la calle para hacerse fotos contigo, pero que te recompensará mediante valores, amistades y experiencias únicas. Siempre hay que ser competitivo, pero nunca hay que obsesionarse con marcas y objetivos, es bonito disfrutar de los éxitos, pero más lo es disfrutar del camino.

6. El pasado mes de Julio estuviste compitiendo en el OPEN de Portugal con el FC Porto. ¿Qué diferencias hay entre un campeonato en Portugal y en España? ¿Cómo surgió la ocasión y como calificarías tu experiencia allí?

En líneas generales son bastante parecidos, ambos campeonatos son Open y se celebran en fechas muy similares, con mismas categorías. Las principales diferencias están en que allí, en caso de que alguna prueba la gane un extranjero, a la hora de la premiación diferencian entre campeón del campeonato y campeón nacional así como si en un relevo nada algún extranjero, ya sea por su selección o por un club portugués, ese relevo no puede obtener el título de campeón nacional, ya que tiene que estar formado por cuatro nadadores portugueses. La otra diferencia es que ellos no tienen clasificación de clubes por puntos, los éxitos son solo individuales y por relevos, los clubes no luchan en una clasificación. 

Me apetecía mucho competir fuera de España, salir un poco de la rutina de siempre las mismas competiciones y Ale García iba al siguiente mes a participar a la Copa de clubes de Portugal con un querido amigo nuestro de Sevilla, por lo que me puse a mirar clubes. Buscando encontré el Fútbol Club Porto, club mundialmente conocido por su gran historia y con el que yo siempre había simpatizado, por lo que mandé un mensaje a Luis Fernandes, director de la sección de natación del club, que sobre la marcha me abrió los brazos y realizó todos los trámites para que en verano fuera a competir con ellos y así fue, tras acabar el Campeonato de España a los dos días cogí un avión hasta Lisboa. Desde el primer segundo me trataron como uno más, tanto directivos, entrenadores y nadadores me cuidaron al 100% y me hicieron sentir como en casa. Es impresionante la unión que hay entre todos, éramos veintiocho nadadores del club, un entrenador principal, tres entrenadores auxiliares, un fisioterapeuta, un médico,… y todos siempre trabajaban en equipo, no paraban de animar y cantar entre todos, son cosas que en categorías absolutas en España poco se ve. Más que una experiencia me llevo grandes amigos, pasé momentos divertidísimos y parecía que los conocía de siempre. A día de hoy sigo manteniendo el contacto con todos y aunque ya no sea para competir junto a ellos espero poder ir a visitarles en breve. 

7. ¿Qué te llevas de todos estos años dedicados al deporte?

Es imposible describir con palabras todo lo que me llevo, ya que como bien dijo una vez mi gran amigo Carlos Van Isschot “los trofeos se llenan de polvo, la memoria dura para siempre”. Lo principal que me llevo de todos estos años es como he crecido como persona, los valores que a día de hoy tengo, mi forma de ser, mi forma de ver la vida en general. Me siento muy privilegiado de haber vivido todo lo que viví y haber llegado a donde llegué. El pasar de ver sentado en la grada como mi amigo Carlos Leñador hacía un récord de España, a nadar una final de relevos codo con codo junto a él, el escribir etapas tan bonitas en la historia de un club como los ascensos en la copa de España con el CN Las Palmas y el Metropole, el pasar de pedirle una foto siendo un crío a alguien tan grande como Alan Cabello, a nadar tantas veces contra él y charlar y reírnos en las cámaras de salida, recibir tantos buenos consejos y entablar una amistad con alguien con tanta experiencia y calidad como Juanmi Rando, son cosas que te llevas para siempre, nunca sabes lo que te depara el futuro, pero con esfuerzo y sacrificio todos los sueños se pueden cumplir. También me llevo personas, personas que a día de hoy son como de mi familia, amigos que por cualquier razón han dejado de nadar o han tenido que irse de la isla y sigue siendo como si estuvieran día tras día conmigo, y al fin y al cabo, esa es la esencia de nuestro deporte, ya que, como dije antes, en este deporte no esperes cobrar millones, pero sin darte cuenta conseguirás cosas que no se pueden comprar.




*Queremos agradecer la entera disposición de David Ortega en esta entrevista. Su cercanía, los valores que trasmite y la claridad de ideas son fiel reflejo de la persona que es, deseándole grandes éxitos en sus futuros proyectos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario