Lanzarote reclama su sitio

Ana Gómez,  Sara González y Alejandro Candela, tres de los protagonistas. Imagen Nadamás
Seguimos sorprendiéndonos en cada competición que se celebra en la isla de Lanzarote, y es que la evolución de sus nadadores está empezando a ser más que llamativa. El pasado fin de semana, con motivo de la Liga de invierno Junior e infantil en piscina corta, se lograban varios registros de entidad y tres mínimas nacionales de edades, dos de ellas incluso para los complicados nacionales de invierno, cuyos topes son más duros que los estivales. Así, muy bien estaba Sara González Cabrera (01-Nadamás) con sus 28,01 en los 50 metros libres, quedándose a cuatro décimas de la mínima nacional invernal y calcando la de verano (28,70 con la conversión de corta a larga y de manual a electrónico) y haciendo ya 4.41,66 en los 400. A la zaga le iba Daniela Robayna Padrón (02-Nadamás), que con un año menos marcaba 28,80, acercándose a los 28,90 de piscina larga que le exigen para el nacional de verano. Álvaro Bernal Hernández (00-Nonadamos) y Alejandro Candela Montelongo (00-Nadamás) se enfrascaban en un duelo fratricida que deparaba unos buenos registros en los 100 metros libres, 55,29 y 55,49 respectivamente. Posteriormente, Candela rompía la barrera de los dos minutos en los 200 libres con 1.59,42. No llegaban a las mínimas estos dos talentos conejeros, si bien Alejandro ya está en posesión de los tiempos exigidos en las pruebas de fondo. Brutal estaba Noa Magliocchetti (03-Nonadamos) con sus 1.16,90 en los 100 metros braza (pasando por 36,32), que suponen un salta de calidad importantísimo, con mínima nacional y una de las mejores marcas de siempre en las islas a esta edad, y estamos solo en el mes de enero. Pero es que el empuje de Noa lleva a Lara Hernández Sánchez (02-Nonadamos) a estar cerca de romper la barrera del 1.20 con sus 1.22,74, pasando por 38,42. Para finalizar, la guinda la ponía una soberbia Ana Gómez Olmedo (03-Nadamás) en los 200 metros espalda con 2.26,73, mínima invernal y también un tiempo que muy pocas nadadoras a su edad han logrado en las islas. Creemos sinceramente que el trabajo que se está haciendo tanto en Lanzarote como en Fuerteventura es digno de elogio. Ojalá podamos escribir muchos artículos como este, y es que parece que nuestras islas orientales empiezan a reivindicarse en el concierto regional y próximamente en el nacional.

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