Campeonato de España Junior e Infantil invierno. Segunda jornada

La segunda jornada de competición comenzaba con la velocidad pura, los 50 metros libres masculinos. Alejandro Calderón Iglesias (98-Escuevas) volvía a lanzarse al agua después de una primera sesión en la que no le salían las cosas como acostumbra. Sin duda será en el Open donde le veremos en su máximo esplendor. Entraba en una complicada final con el noveno tiempo, 24,41. Por la tarde rozaba su mejor marca de 23,98 (diciembre 2015), tocando la placa con unos buenos 24.07, con los que era séptimo.

El resto de los nadadores canarios no se clasificaba para las finales vespertinas, aunque no tenían una mala actuación. Así, el joven Dante Mateu Baute (99-Metropole) parece haberse reconvertido en librista, cuando sus mayores éxitos provienen de la braza. Lo cierto es que no le va nada mal, prueba de ello son los 24,98 que traía del pasado verano, crono que hoy prácticamente repetía con 25,06. Se quedaba a poco más de una décima de la final B, terminando 26º. Un puesto más atrás llegaba Adrián Curbelo Tejera (99-Metropole), que marcaba 25,22 (su mejor crono es de 25,07), por los 25,27 que registraba Jorge de Ramón Suárez (99-Metropole), que son su mejor marca personal, anterior 25,33 (30º). Impresionante la versatilidad en las distancias de este nadador, que ayer nadaba los 1500 de manera igual de competente. Creemos que será en la prueba de 200 donde puede dar la campanada, ya que lo tiene todo para rendir en esa distancia. No están en Terrassa, a pesar de tener mínima para hacerlo, Dorian Hernández (99-Agaete), Manuel Alonso (00-Salinas), Giovanni Valencia (00-Chofaray) y Álvaro Merino (01-RCNTF)Los vencedores eran Alberto Lozano (98-Alcorcón) con 23.42 (23,32 en series) y Alberto García (00-Gredos) con 24,22.


En los 50 metros libres femeninos, bien por Paula Rodríguez Rivero (02-Metropole), que con un crono de 27,97 accedía a una difícil final A, en la que entraba holgadamente como la tercera nadadora más rápida. Dinamitaba así sus mejores 28,48 y comenzaba a acercarse peligrosamente a la MMR-14 que Beatriz Goya establecía en el lejano 1991 en 27,71 (MMN-14 oficiosa). Por la tarde se quedaba a un paso de las medallas, siendo la cuarta nadadora infantil, segunda de su edad, con unos tremendos 27,55 (a cinco centésimas de la plata y cuatro del bronce). Con este tiempazo borraba la citada marca de la chicharrera como MMR-14 y también los 27,79 de Natalia Pulido, que eran la MMP-14. De un plumazo daba un vuelco a nuestra historia Paula, que suma y sigue en su línea ascendente. Tres pruebas, tres finales y dos plusmarcas. Aún le restan dos distancias más y los relevos...

No estaban mal el resto de nadadoras canarias, pertenecientes todas al Metropole, que confirman que el relevo generacional del siempre exitoso 4x50 metros libres, está garantizado. Gisela Arbelo Romero (01-Metropole) igualaba su marca personal, cubriendo el largo de la piscina en 28,68 (29ª), mientras que la finalista nacional del pasado año, Paula Gil Falcón (01-Metropole), era la tercera en discordia, con un tiempo de 28,96 (44ª), aunque su mejor marca está en 28,30, precisamente en el nacional en el que era séptima clasificada (Sabadell, verano 2015).  Se quedaban en las islas varias nadadoras con mínima en esta prueba, La más destacada era Marta Santana (99-Metropole), medallista nacional (bronce Junior con 27.04 el pasado invierno) y que no ha competido esta temporada. Denise Silva (01-Salinas) y Sofía Yun Terrones (02-Martíanez) también estaban en poder de las complicada mínimas invernales en esta distancia.

Las campeonas nacionales eran Carmen San Nicolás (99-San Javier) con 26,50 y Diana Blindu (01-FNGSW) con 27,00.

A continuación se disputaban los 400 metros estilos masculinos, en los que solo teníamos un nadador de las islas, pero de muchos kilates. Hablamos de Alejandro García Ramírez (98-Metropole) en una de sus pruebas fetiche, la primera en la que se proclamó campeón nacional, aunque luego vinieran más títulos en pruebas diferentes. Muy bien estaba en las series matinales, en las que se clasificaba sin problemas para la final como segundo clasificado, con un tiempo de 4.33,51 (1.00,83 en mariposa, 1.12,45 en espalda, 1.18,38 en la braza y 1.01,85 en crol), dando la sensación de que podía nadar más rápido en la final vespertina. Por la tarde, no lograba entrar en las medallas, repitiendo el tiempo matinal con 4.33,23, alejado de sus mejores 4.29,37, aunque repetimos que sus condiciones y las de los componentes del equipo ESP-2020 no están siendo las idóneas para obtener grandes registros. Sus parciales eran de 1.00,56 en mariposa, 1.11,37 en espalda, 1.19,27 en la braza y 1.02,03 en crol. Terminaba en quinta posición final, aunque de todos es sabido que su lugar está mucho más arriba.

Los títulos se los repartían Hugo González (99-Canoe) y Alonso Carazo (00-Gredos) con 4.25,63 y 4.32,09 respectivamente , en una prueba en la que bien podía haber estado otro canario ausente en este nacional, Diego Guerra (00-8 de septiembre).

En los 100 metros mariposa femeninos, excelente prestación la de la única canaria en liza. Paula Simón Vidal (02-Escuevas) volvía a subir otro peldaño, y de buena mañana se marcaba unos brillantes 1.06,31 con los que superaba la MMR-14 de 1.06,53 de Stefania Silvestre (96-Teneteide). Casi seis años le había durado a Stefania su plusmarca, una nadadora de carrera fugaz (se retiró con tan solo quince años), que podía haber dado grandes alegrías a la natación tinerfeña y canaria. La marca de Paula es también MMP-14, anterior de 1.07,22 de Sheila T. Ruano Noda (95-Metropole), logrados en diciembre de 2009. Por la tarde estaba en torno a este tiempo, y era novena con 1.06,59. Buen presagio de cara a la prueba de 200, su prueba, en la que tiene a tiro la mínima COMEN de 2.25,33, que ya rozó en el regional (2.25,46) y que ya superara el pasado verano (2.23,63), Será dentro de dos días.

Las vencedoras eran Andrea Melendo (00-Mairena) con 1.02,15 y Julia Pujadas (01-Granollers) con 1.02,82.

La siguiente prueba era la de los 100 metros mariposa masculinos. Era baja en la prueba Alejandro Calderón Iglesias, que con una marca personal de 57,18 tenía en su mano luchar por la final. Sí estaba el poseedor de la MMR-16, Adrián Curbelo Tejera (99-Metropole), que con 57,16 accedía a la final A Junior con el noveno crono. Su mejor marca personal es de 56.47, con los que el año pasado era bronce nacional y borraba de la tabla de récords canarios de la edad al mítico Jorge Ulibarri. Por la tarde nadaba en 56,90, su tercera mejor marca de siempre, para ser sexto. Bien por él. También entraba en la final B, gracias a sus 57,99 matinales, Pavel Komar (98-Los Cristianos), que en la final hacía su mejor marca, 57,52 (15º) dejando muy buen sabor de boca. Los campeones nacionales eran Alberto Lozano (98-Alcorcón) con 54,34 (54,24 en las series matinales) y Cristobal Angulo (00-Mijas) con 56,37.

Muy buenas noticias en los 200 metros braza femeninos, en los que dos nadadoras estaban en las finales de la tarde. La más rápida en las series era Elba Quintana Rodríguez (00-Metropole) con 2.44,65, siendo la 11ª, a solo dos décimas de la final A Junior. Carolina Zumaquero Curquejo (02-Metropole), nos daba una gran alegría por la mañana, dando muestras de su recuperación, realizando unos geniales 2.45,76, con lo que superaba la MMR-14 de toda una Evelyn Álvarez (93-Metropole), que la ostentaba con 2.45,79. No es la mejor marca de la grancanaria, que ya tiene la MMR-13 con 2.43,10, pero tras los meses de parón, este crono es mucho mejor de lo esperado, e indicativo de que este verano puede hacer grandes cosas. Por la tarde se superaban ambas nadadoras. Elba era 12ª con 2.43,37, a punto de superar su mejor tiempo de 2.42,90 y a la espera de su prueba predilecta, los 100 metros braza, donde ya subió al pódium el pasado año. Excelente siempre su comportamiento en la alta competición. Carolina repetía su gesta matinal y volvía a superar la MMR-14 con 2.45,12 (7ª), calcando los parciales de la mañana, pero acabando con más fuerza. Qué sorpresa más positiva su recuperación. En las series se quedaba Laura Curbelo Tejera (01-Metropole), que con 2.51,96 era 25ª, a poco más de dos segundos de sus mejores 2.49,30.

Las ganadoras por categorías eran Laia Martí (00-CNB) con 2.33,09 y Teresa Albiol (02-Ontinyent) con 2.40,10.

Imagen CN Las Palmas
En los 200 metros braza masculinos, solo un nadador canario, Juan Miguel Panal López (01-Las Palmas), que aunque no repetía los 2.35,14 del regional, se metía en la final B con 2.38,21, su segunda mejor marca de siempre. Por la tarde estaba mucho mejor, y pasando por 1.15,37 terminaba en unos esperanzadores 2.36,07 (17º), cuajando una buena actuación y continuando con su exitosa progresión, teniendo más valor aún al ser infantil de primer año. Ausencia destacada en la persona de Diego Guerra (08 de septiembre), que con repetir sus 2.29,34 del nacional de comunidades, hubiera entrado en la final A con el tercer mejor tiempo.

Los títulos nacionales eran para Alex Castejón (98-Sabadell) con 2.18,92, in extremis ante Alejandro Ráez (99-Navial) que hacía 2.18,95. Javier Zorzano (01-Navial) era el vencedor infantil 2.25,79.

Sin nadadoras canarias en los 800 metros libres femeninos en los que vencían Marina Castro (99-Sabadell) con 8.50,21 y Andrea Galisteo (01-Canoe) con 8.48,49.

En la sesión de la tarde se nadaban los 4x200 metros libres masculinos, en los que el equipo del CN Metropole Junior partía con la segunda mejor marca (7.46,50 inscripción). Nadaban muy bien los cuatro integrantes del equipo, siendo además un equipo con tres intergrantes junior de primer año. Lanzaba el relevo Jorge de Ramón Suárez (1999) que se crece en este tipo de pruebas y que marcaba unos fantásticos 1.55,42, mejor marca personal, le seguía Adrián Curbelo Tejera (1999) con 1.57,63, después Frenyer E. Aguilera Fuentes (1999) con 2.01,07 y cerrando con garantía Alejandro García Ramírez (1998) con 1.54,90, remontando dos posiciones. El tiempo total era de 7.49,02. Buen futuro nos espera con estos jóvenes en el relevo que tradicionalmente peor se nos da a nivel absoluto. 

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